La obra lírica de los hijos del departamento de Cajamarca desde sus inicios hasta nuestros días, llámese narración, cuento y poesía los cuales se alimentaron de su entorno social, político y religioso para plasmar sus obras.

En Cajamarca, este camino se emprendió aproximadamente a partir de 1850 con la inquietud de los jóvenes que realizaban sus Estudios Superiores fuera del departamento, pues, en aquel tiempo, no existían Centros de Educación Superior en esta ciudad. Esa emigración influyó positivamente en su formación literaria. Los cajamarquinos que no podían viajar a la capital canalizaron su inquietud literaria en las tertulias que se realizaban en las casas de la élite cajamarquina o por las noticias que llegaban de la Capital de la República. Los primeros intentos se hicieron con la publicación de sus creaciones en los periódicos “La Aurora”, “El Ferrocarril”, “El Volcán Termal”, entre otros.

Nuestra tradición literaria ha transitado por diversas corrientes literarias; las mismas que durante el siglo XIX en el Perú se cultivaron con un poco de atraso con respecto al panorama Europeo; por falta de comunicación con el resto del mundo; originando rupturas de tiempo en las corrientes literarias.

La literatura cajamarquina del siglo pasado fue muy sencilla, sus temas no tenían mayores logros estéticos siendo más bien intrascendentes, domésticos y folklóricos.